El jugador cántabro y exracinguista José Emilio Amavisca Gárate, más conocido simplemente como Amavisca, ha dejado muchas "perlitas" periodísticamente hablando en una larga y extensa entrevista que ha dado a la web jotdown en la que ha repasado toda su carrera futbolística.
Estas son las preguntas formuladas y las respuestas del laredano en lo referente al Racing:
Estamos aquí al lado de El Sardinero y me gustaría saber cómo era el Amavisca aficionado, antes de ser jugador profesional. ¿Venías aquí a ver los partidos?
No, no. Yo de Laredo no salía. Antes todo era distinto. Los chavales de Santander eran del Racing, pero los de los pueblos, no. A mí el Racing no me interesaba demasiado, solo quería jugar y como mucho me iba a ver algún partido del C. D. Laredo, pero ya está. No veía ni los partidos de la tele, y eso que antes echaban solo uno a la semana y era como un acontecimiento. Cogía el balón y me iba con mi hermano a jugar a la Alameda o a la playa y estábamos todo el día jugando al fútbol.
Lo curioso es que, estando tan encerrado en tu círculo de Laredo, empezaras tu carrera en Valladolid.
Porque en Santander no me querían…
Hiciste pruebas aquí y no te cogieron.
No, no. Ni pruebas. Yo estaba en el Laredo, y cuando acabó la liga nacional de juveniles me mandaron con el equipo de tercera división, al que le quedaban todavía diez partidos o así. Tenía diecisiete años y en esos partidos acabé de máximo goleador del equipo. Me vinieron a ver del Sporting, del Valladolid… pero del Racing ni uno. Solo cuando ya firmé con el Valladolid, la gente del Racing se puso en contacto con mi padre, pero ya no había vuelta atrás. En Valladolid, además, me ofrecían hacer la pretemporada con el primer equipo y compaginar en ocasiones el Valladolid Promesas con algún partido de Primera.
¿Cómo fue el fichaje por el Madrid? ¿Quién fue el que se puso en contacto contigo: Mendoza, Sanz, Floro, Del Bosque…?
Mendoza, Mendoza… Fue una opción de compra, ni siquiera un fichaje. Lo que sí me acuerdo es de que se hizo efectiva el último día y la gente me decía: «¿Estás preocupado?». Hombre, preocupado no, lo peor que me podía pasar es que siguiera en el Valladolid, que estaba bien. Me decían de hacerme fotos con la camiseta del Madrid y tal, pero yo pasaba, a ver si luego no iban a hacer efectiva la opción e iba a quedar en ridículo. Ni siquiera hubo una presentación individual, me dijeron qué día empezaba la concentración y punto. Además, al principio me querían enviar cedido y yo no tenía ningún problema en irme cedido, siempre que fuera donde yo quisiera y no donde quisieran ellos. Yo quería ir al Zaragoza, que iba a jugar UEFA, pero ellos me decían que igual allí tampoco jugaba… imagínate la confianza que tenían en mí. Ellos querían mandarme cedido al Racing, pero, claro, para irme cedido al Racing, me quedaba en el Valladolid, con mis antiguos compañeros, sin empezar de cero. Como no hubo acuerdo, pues me quedé a hacer la pretemporada.
Al Racing, que estaba plagado de exmadridistas: Magallanes, Jaime, el propio Víctor…
Sí, y luego vino Ramis también. La gente no lo creía, pero yo siempre había querido jugar en el Racing porque es mi tierra, así que, cuando me hicieron la oferta, no me lo pensé más, aunque siempre estuvieran coqueteando con los puestos de abajo. Mi padre, por ejemplo, me decía que no, que estaba para un equipo más grande, pero yo quería volver a casa otra vez. Mi intención era acabar aquí mi carrera, lo que pasa es que descendimos a Segunda División y me tuve que ir al Depor.
¿Llegaste a coincidir con Nando Yosu, una leyenda en Santander?
Sí, Nando nos estuvo entrenando unos partidos. Él sabía muy bien cómo tratar a los jugadores. No tenía una varita mágica que te hiciera jugar bien: él era de relación con el jugador, te hacía ganar confianza. Tú le veías y llevaba las medias por encima del chándal, todo como hace cincuenta años, muy antiguo, con su chubasquero… y sin embargo hablaba contigo y te convencía de que podías hacer las cosas. Siempre cogía al equipo desahuciado y lo levantaba. Es normal que se le tenga ese cariño, porque los jugadores se lo tenían, nos animaba muchísimo.
¿Cómo fue la readaptación a lo pequeño?
¡Si era lo mismo! Para mí, al menos, era lo mismo: jugar al fútbol. Empecé en lo pequeño y tampoco me tuve que adaptar al Real Madrid. Iba a entrenar y jugaba, punto. La vida con mi mujer era la misma: íbamos a casa, veíamos una película. Yo no era de discotecas ni presentación de no sé qué joya o no sé qué reloj. A ver, yo soy de Laredo, tío. Soy un tío normal y cuando volví a Santander me sentí genial. Además, jugué a un buen nivel, yo creo, porque habría quien pensara: «Este se ha ido del Madrid porque está tieso y quiere sacar aquí unos duros». Fíjate si jugué a buen nivel que me fui al Depor a jugar otra vez la Champions.
¿Sentiste que se te exigía más por ser «de la casa»?
No, sentía que se me exigía más por venir de donde venía. Hacía poco que había sido campeón de Europa y aquí al poco de llegar me hicieron capitán, que tampoco es lo normal. Notas que te exigen por eso. Yo creo que sorprendí a mucha gente aquí que pensaba que venía a pasar el rato y, cuando me vieron ahí dentro luchando y peleando y haciendo las cosas bien, se dieron cuenta de que de verdad había venido aquí porque quería jugar en el equipo de mi tierra. A ver, que yo siempre había tenido problemas en Santander: cuando venía con el Lleida me pitaba todo el estadio, cuando venía con el Valladolid me pitaba todo el estadio… La gente seguía pensando que no había querido jugar en el Racing en su momento, a saber lo que habrían dicho de mí.
Si el Racing no hubiera descendido en 2001, te habrías quedado, decías antes.
Fue un año raro. Al Barça le metimos 4-0 en casa, pero las cosas no salían. Aguanté hasta el final. Solo cuando bajamos tuve una conversación con el presidente y me dijo: «Mira, nosotros te hemos fichado para estar en Primera. En Segunda, imposible». Y yo pensaba lo mismo, la verdad. Entonces llegó la oferta del Deportivo. Les pagaron lo mismo que ellos habían pagado al Real Madrid y me fui a Coruña.
Amavisca posando en el Sardinero | Foto Jotdown |
*Para ver la entrevista completa pinchar aqui
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