Verano del 2008, un ilusionante Racing intentaba hacer un equipo acorde para disputar por primera vez en su historia la ahora denominada Europa league tras la temporada anterior un conjunto dirigido por Marcelino García Toral conseguir dar la machada y clasificar para competición europea al club cántabro.
Todos recordarán que el propio míster asturiano abandonaría el Racing destino a Zaragoza y además de algunos jugadores importantes Duscher y Jorge López pero llegarían otros jugadores ilusionantes como Jonathan Pereira, Valera o Peter Luccin que estarían comandados por Muñiz en los banquillos. Esto es fácil de recordar pero posiblemente muy pocos recuerden que el centrocampista Thiago Motta estuvo a punto de firmar por el Racing.
Nos remontamos al 2 de septiembre del 2008, con el mercado de fichajes ya cerrado el club cántabro no daba por cerrada aun la plantilla e intentaba hacerse con los servicios del jugador brasileño Thiago Motta que en ese momento se encontraba sin equipo tras su paso por el FC Barcelona y el Atlético de Madrid.
El jugador era del agrado de Muñiz y ya había conseguido alcanzar un acuerdo verbal con el club cántabro, solo faltaba una firma que llegaría tras realizar unas pruebas físicas en la clínica Mompia que el 99,99% de los jugadores consiguen superar pero que en este caso privo a la afición cántabra de ver al jugador con la elástica cántabra.
El club cántabro afirmo que el centrocampista internacional brasileño no estaba apto para firmar por el club debido a que una lesión de rodilla que arrastraba desde la anterior temporada no había sanado bien y le impedía poder entrenar y jugar con normalidad. Esa misma temporada Motta firmo por el Genoa italiano y disputó 27 encuentros de liga.
Motta en la salida de Mompia |
Esta es la carrera que ha tenido el centrocampista brasileño desde aquel desacertado día:
En esta nueva sección que estrenamos hoy vamos a intentar recordar algunos momentos curiosos, bonitos, heroicos... de la historia de Racing y además realizaremos un once formado solamente por jugadores que pudieron ser jugadores racinguistas pero que por unas razones u otras no lo fueron.
El primer jugador del once es el protagonista de la entrada Thiago Motta.
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