Había sido un domingo futbolero de lo más apacible y con un comportamiento ejemplar entre las aficiones de la SD Éibar y el Real Racing club hasta que dentro del estadio acontecieron los incidentes que vamos a detallar a continuación con la Ertzaintza.
La afición del club verdiblanco se había colocado en la zona del estadio que tenían asignada pero varios de ellos lo habían hecho en los vomitorios, es decir en el pasillo de debajo de la grada para presenciar el encuentro en pie aunque las molestias ocasionadas eran las justas o inexistentes. La seguridad del estadio se percató de la situación y ordenó lanzar un mensaje por megafonía para que abandonarían dicha zona pero la afición verdiblanco no movió ficha.
Llegamos al minuto 36 del encuentro cuando el árbitro decide parar momentáneamente el encuentro debido a varios incidentes ocurridos en el graderío, La Ertzaintza (o policía del país vasco para los que desconozcan su nombre) se personó en los mencionados vomitorios con una actitud agresiva que obligó a retroceder a varios aficionados a base de golpes con sus porras cuando en ningún momento se habían producido ningún tipo de percances y además sin importar los niños que podían encontrarse cerca. Otro pequeño grupo de aficionados fue expulsado del estadio sin poder presenciar el final del encuentro.
Tras lo acontecido varias partes se ha pronunciado, los aficionados y la Asociación de peñas racinguistas lo han hecho denunciando un trato abusivo por parte de los miembros de seguridad del estado, estos últimos han alegado que actuaron de forma adecuada, el club local ha denunciado la actitud de algunos racinguistas y por último el Racing ha pedido explicaciones a los miembros de seguridad del club vasco pero sin conocerse más detalles de lo acontecido después.
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